Después del nacimiento de tu hijo y junto con mamá, papá o ambos, llevar al bebé a una piscina es una de las más gratas y valiosas experiencias que se le puede brindar, además de rodearse de alegría y diversión. Para los pequeños, es la mejor oportunidad de revivir la vida placra dentro del vientre materno ya que, el agua tibia y la calidez de quienes lo sostienen, le recuerdan el líquido amniótico junto a la sensación de confort en el que se encontraba.
Hay que tener en cuenta que tanto la natación y la gimnasia del lactante son excepcionales para ellos y de hecho solo trae ventajas, entre las más importantes el conocimiento del cuerpo, la percepción de sus propios límites, mejora la respiración, circulación, socialización, percepciones sensoriales y motricidad; el bebé está autorizado a empezar una vez que se le haya caído el cordón umbilical, además de que ediatra lo considere correcto.
A través de ejercicios, juegos recreativos y los cálidos brazos de los padres, la natación en bebés se transforma en el placer de sentirse libres e ir aprendiendo de a poco las primeras habilidades acuáticas para qn un futuro llegl emocionante momento de largarse a nadar
solos. Por ahora alcanza para que a través de este proceso, se potencie la relación afectiva padre hijo pero también, si el adulto sabe disfrutar del agua, el niño lo hará también y sin sentir miedo.
Por otro lado, la natación en bebés ayuda a mejorar trastornos comunes en cuanto a la alimentación y el sueño que con frecuencia, produce angustia a los padres. Para estos casos, el agua cálida, canciones, masajes y demás actividades dentro del agua, contribuyen a normalizar cualquier comportamiento en el bebé, ya que las actividades dentro del agua eliminan la energía sobrante y por lo tanto a más horas en la cuna. Segúofesionales, muchos bebés logran con su madre mejorar modos de lactancia.
Entre otros beneficios de la natación en niños es favorece el conocimiento e identificación de las sensaciones y funciones de su cuerpo, ya que aumentan en ellos la percepción de sus propios límites; estar en el agua con los padres les permite, de a poquito, sentirse seguros y poder explorar nuevas habilidades así como también afrontar riesgos y de hecho, los bebés que han ido a natación, suelen desenvolverse de otra manera en tierra, ya que se muestran más cuidadosos, seguros y confiados, a la hora de resolver por sí mismos, difers problemas.
Conquistas del bebé nadador
- Es más sociable.
- Seguro de sí mismo.
- Mayor autoestima.
- Gran motricidad que adquiere de forma temprana.
- Es intelig gracias a la estimulación temprana.
- Mejor forma de comunicación.
- Disciplina de forma natural.
- Responsable con él mismo, el resto y el medio ambi.
- Desarrollo de su cuerpo físico.
- Buena postura.
- Capacidad en su respiratorio.
- Menor propensión a enfermedades.
El rol de los padres en esta aventura es fundamental para el buen desarrollo de las clases, que junto a los profesores y recibiendo por parte de ellos ideas y explicaciones, van a ser los verdaderos maestros de su hijo y obtener sin duda, la mejor de las recompensas qs ver a un niño crecer sano y feliz.
Gabriela Nari | Editora de hijosignificado.com