Cuando los padres se enfrentan a un niño con reacciones agresivas, es normal que se sientan angustiados, asustados o deprimidos. Los padres se quedan sin saber qué hacer ante estos gestos violentos y aparece una primera reacción de quedarse paralizados o lo qs peor, tornarse ellos agresivos contra su propio hijo y atacarlo con cosas que se dicen sin pensar. Sucede que la dificultad para establecer un diálogo y el miedo de incentivar todavía más la agresividad con un buen rezongo, son las principales quejas de los adultos que tienen que lidiar con estos problemas de conducta.
Muchos padres terminan intimidados ante este tipo de reacciones de su hijo, lo que hacen para evitar más discusiones, es ceder a la voluntad del niño o cierran los ojos a las escenas de agresividad en la cual el hijo es el protagonista. Mientras tanto, dicho problema de conducta, sigue trasmitiéndose a otros niños en la escuela, clubes deportivos, en el parque infantil, o en la casa de los amigos.
Según expertos en el , la primer medida en este tipo de situaciones es controlar las emociones. Si justam los padres están en desacuerdo con la violencia, no pueden mostrar el mismo ejemplo; deben de mantener la calma por sobre todas las cosas o causarán una gran confusión en la cabeza de los niños. Ellos no pueden nder qstá mal ser agresivo, cuando los propios padres reaccionan de la misma forma.
Los , los gritos, los llantos fuertes, y gestos violentos hacia otros niños, precisan ser atendidos de inmediato, ya que los mismos pueden estar indicando un inicio de temperamento marcado por la agresividad. Sin embargo no es para alarmarse por en todos los casos que se presenta este mal comportamiento; a determinada edad, los niños no tienen todavía el control total de las acciones. Algunas actitudes agresivas como sería el caso de qqueño se pone bastante nervioso porque un amigo de él, está jugando demasiado tiempo con su juguete predilecto, no representa ninguna preocupación. En estos casos, basta con actuar tranquilos y el episodio pasa.
El problema es serio cuando el niño agrede a los qstán a su alrededor y nunca acepta la ayuda de los padres, maestros o la persona qsté a su cargo. Ver la manera de cómo se comporta en la escuela y en los juegos con los amigos, también sirve como referencia para saber si es o no, uoblema pasajero. Es necesario vigilar su actitud en la compañía de otros niños, ya que la comparación en este caso, sirve para identificar si el niño tiene dicho problema.
Son varias las causar que pueden volver a los niños agresivos, entre ellas hay que tener cuidado con los programas de televisión que mira, determinados juegos de lucha, y las personas con quien convive o están cerca del niño. Peleas, , insultos, malos modales, gritos, y cualquier actitud negativa, contribuyen a desencadenar el problema.
No vale cerrar los ojos ante un hijo agresivo qstá creciendo y sus reacciones son del tipo violentas. Si realm se observa que un niño siempre pelea y los escándalos ya están superando los límites, debemos ayudarlo a controlar la agresión. La mejor medida a adoptar, es consultar a un psicólogo infantil. Hay cosas qscapan a los padres en el momento de educar a los hijos, por lo que buscar ayuda profesional va a ayudarlo a identificar cuáles son las amenazas qstán llevando aqueño, a adoptar esta actitud.
Gabriela Nari | Editora de hijosignificado.com
COMPARTO LOS PUNTOS DE VISTA EXPUESTOS EN ESTE ARTICULO